Desde hace mucho tiempo la belleza mexicana ha sobresalido en el mundo. Basta pensar en los rostros de María Félix y Dolores del Río para darse cuenta de que México es un semillero de belleza.

Recientemente, en la pasarela de Vetements caminaron María González, Fernanda Alvárez y Angélica Ballesteros, que son parte del tipo de modelaje representado por Güerxs, la agencia mexicana más alternativa.

Pero Cristina Piccone y Mariana Zaragoza son modelos de Paragon que han desfilado desde Marc Jacobs hasta Dior y Chanel. El modelaje mexicano está llegando a un momento de madurez internacional donde las grandes marcas están volteando a ver que sucede en México a la búsqueda de caras novedosas.

Pionera en esta tendencia ha sido la extraordinaria Issa Lish, que, paradójicamente, fue de las primeras en abrir las pasarelas mundiales con su rostro de rasgos asiáticos.

Hace un par de años la revista Haunted de Guadalajara hizo un libro acompañado de su respectiva exposición que relataba la historia de las modelos mexicanas, incluyendo a Elsa Benítez, Liliana Domínguez, Luisa Saénz y Montserrat Oliver.

Aunque en la década de los cuarenta, el pionero de la moda mexicana Ramón Valdiosera se topó con que el trabajo de modelaje era mal visto en la sociedad mexicana y tuvo que abrir su propia escuela de modelos para poder contar con chicas que cumplieran esa función, con el tiempo han surgido, casi de a una por década, diferentes agencias de modelos, no sólo en la capital, sino en varias coordenadas del país. Nombres como Queta Rojas, Contempo, Wanted, Bang, New Icon han marcado el camino de las pasarelas en años recientes.

Paragon, la agencia fundada por Johann Mergenthaler y David Souza, ha atendido la necesidad de innovación y profesionalización en nuestro momento y ha llevado el modelaje mexicano lo más lejos posible para abrir el panorama y hacer que los ojos del mundo volteen a descubrir nuestras industrias.

Quedan varios pendientes aún, como desarrollar el camino del modelaje masculino, que en nuestro país aún está rezagado con respecto al femenino, y también saber qué porcentaje de los 147,000 millones de pesos que mueve la moda nacional se generan a través de esta industria.

Sin lugar a dudas, no podríamos entender la moda actual, la fotografía ni el estilismo de no ser por todas esas horas de poses y miradas intensas que la profesionalización del modelaje nos han permitido disfrutar.