5 top models mexicanas que redefinen la belleza

Hermosas en todos los aspectos y a su manera, estas jóvenes han desfilado para grandes marcas y aparecido en las portadas de revistas de renombre. ¡Conócelas!

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Aunque la belleza ha estado presente en cada región y en toda la historia de México, y a pesar de que en nuestro país estuvieron personalidades como María Félix, la primera diva mexicana en los años 40, y Ana Luisa Peluffo, quién realizó el primer desnudo en el cine mexicano en 1955, fue hasta finales del siglo XX que el modelaje comenzó a tomarse en serio como una carrera y profesión.

En el 95, Elsa Benítez ganó un concurso de modelaje que la convirtió en la primera top mexicana. Elsa, nacida en Hermosillo, paso casi de la noche a la mañana de ser solo una joven con grandes sueños a convertirse en la portada de VOGUE ITALIA, y no sólo una vez, sino cuatro años, bajo la lente de Steven Meisel. Desfiló para casas de Alta Costura y para Victoria’s Secret, llegando a docenas de marcas de gran renombre.

Si Benítez fue el primer ejemplo de una supermodelo mexicana, esta década México le está regalando al mundo la belleza de las grandes modelos. Estas mujeres son guapas, únicas, talentosas y están cambiando la imagen internacional de lo que significa ser una mujer mexicana moderna. Admíralas, checa sus redes sociales e inspírate al ver lo lejos que está llegando México en este increíble universo de la moda.

Te presentamos cinco de las modelos mexicanas más cotizadas en la industria:

Cristina Piccone

Cris nació en Monterrey en 1990 y está representada por PARAGON en México. Su sello son las cejas negras pobladísimas -prácticamente un tesoro nacional- que enmarcan unos ojos enormes del color de la miel y del cielo. Cristina tiene una personalidad misteriosa y enigmática que hechiza todo su trabajo de modelaje y que la tornan en una presencia escultórica híperrealista, una muñeca de celuloide que se salió de su vitrina para ir a modelar en Nueva York, Londres, Milán y París.

Issa Lish

Issa Lish representa la perfección de un mundo donde una chica asiática nace y crece en la Ciudad de México: ojos rasgados, 1.80 de estatura y 25 centímetros de cuello. Lish es latina, pero casi extraterrestre; evoca un alien ultra estilizado que ha venido a la tierra para darnos una lección de belleza intergaláctica y que juega con nuestros ideales de belleza cuando modela para Alexander Wang, Balmain o Chanel. Por eso, el día de hoy todo el mundo se hace a un lado para que Issa desfile por cada rincón de nuestro planeta con sus ojazos y sus estelas de polvo espacial.

Mariana Zaragoza

Mariana Zaragoza es eso que le dicen ‘rara avis’. Pero en realidad, Mariana es un rare todo: sus, ojos, su boca, su frente, sus orejas, su sonrisa, su cuerpo y, sobre todo, su carrera. La tapatía es musa del barcelonés Josep Font -talentoso diseñador de Delpozo -  desde el 2017 y sin horizonte de partida. Mariana es una criatura difícil de definir, es la modelo y musa que el universo de la moda no sabía que necesitaba pero de la que no puede prescindir. Adorable a primera vista, Proenza Schouler, Chanel, Giambattista Valli han caído bajo su influjo. Todos quieren un pedazo de Mariana.

Daniela Dominique

Norteña y fronteriza, Daniela es un ejemplo de belleza poco convencional pero universalmente entendible, porque casi es andrógina, sin llegar a serlo. Es como latina, pero sin los arquetipos comunes de razas o nacionalidades. Tiene un corte pixie sesentero que sería la envidia de Twiggy, y una elegancia atemporal con la huella del eterno femenino de un sinfín de películas y novelas. Daniela Dominique es como un álbum antiguo de fotos en los que cada imagen es un reflejo de ella, una de las modelos más modernas y fascinantes del mundo.

Daniella Valdez

Daniella es muchos adjetivos: el grunge, el rock, la urbe, la androginia, lo alternativo, los setenta, los ochenta, todo en uno. Vive y modela en Nueva York desde hace años para marcas, revistas y fotógrafos que son tan alternativos como ella y la potosina siempre es auténtica sin cortapisa. Sus redes sociales son una ventana indiscreta de los momentos en los que ‘Daniella es Daniella’ cantando, bailando, disfrazándose, saliendo de fiesta; Valdez parece haberse escapado de una foto tomada en el Studio 54 durante los 70, y si el icónico antro neoyorquino aún existiera, Daniela bailaría sobre las mesas todas las noches y sería la portada de la Interview de Andy Warhol todos los meses.