Pasamos horas jugando con ellos en casa o en la calle, con nuestros hermanos, primos y/o vecinos. ¡Qué recuerdos!
Por Analuz Rodríguez
Recordar es volver a vivir y por eso este Día del Niño queremos que dejes salir a tu “pequeño yo” y disfrutes de los mejores recuerdos de tu infancia. Te dejamos una lista de juguetes que todos disfrutamos alguna vez y hasta podríamos apostar que aún tienes alguno de ellos guardado por ahí. Advertencia: te darán ganas de salir a jugar a la calle de nuevo.
1. Muñeca de trapo
También conocida como muñeca otomí, es elaborada por mujeres queretanas. Tiene trenzas de estambre con listones y vestidos inspirados en ropa típica mexicana.
2. Traca traca
Jugar con el traca traca era todo un reto. Si no movías las manos correctamente podías darte unos muy buenos golpes, pero eran gajes del oficio y el dolor no le quitaba lo divertido.
3. Trompo
¿Cómo olvidar los concursos que se armaban a la hora del recreo con los trompos? Los que no sabían cómo usarlos no podían dejar de mirar los trucos que hacían aquellos que los dominaban.
4. Pirinola
La pirinola y un puñado de frijolitos aseguraban la diversión por un buen rato. Bastaba con que la tía buena onda se sentara con los niños para que el juego iniciara y se extendiera durante horas.
5. Tazos
Perder tus tazos era como perder tu honor. No importaba qué tan despintados estuvieran, eran de lo más valioso para cualquier niño, y cuando una bolsita de papas traía dos o más tazos, era de lo más emocionante. Sólo los realmente valientes se atrevían a apostarlos todos en un solo juego.
6. Balero
Pocos tenían talento nato para atinarle al palo a la primera. La mayoría lo intentábamos una y otra vez hasta lograrlo. Incluso algunos se sentían identificados con el Chavo del 8 y sus cientos de intentos fallidos con el balero.
7. Yo-yo
No había nada más triste que lanzar el yo-yo y ver que éste no se enredaba solito. Aún así lo intentábamos una y otra vez, aunque muchos nunca lo logramos. Los niños que sabían hacer el truco de “pasear al perro” seguro tenían un don mágico.
8. Tablitas mágicas
Las tablitas mágicas eran, son y siempre serán hipnotizantes. Podías moverlas, dejarlas caer y reacomodarlas una y otra vez y jamás enterarte de cómo funcionaban. Por suerte hemos crecido y ahora hasta podemos hacerlas en casa.
9. Matraca
Típico, te compran una matraca en el parque y luego ya no aguatan que estés haciendo tanto ruido con ella. Lo bueno es que en fiestas y otras celebraciones estaba totalmente permitido hacerlas girar hasta más no poder.
10. Matatena
Este juego ponía a prueba tu destreza y te hacía pasar varias horas de diversión. Además, sus piezas podían ser aprovechadas para armar pequeños fuertes o fingir que eran granadas. Eso sí, pisarlas es tan doloroso como pisar legos.