Tras largos años de esfuerzo y dedicación, este joven originario de Guadalajara logró convertirse en una leyenda y abrirle la puerta a muchos otros mexicanos en la industria
El ballet -al igual que la moda- comenzó en la corte de Luis XIV en el siglo XVII. Con ese antecedente, pareciera que la buena técnica y el gran arte en la danza fuesen patrimonio europeo, pero la danza tiene muchos lenguajes.
En el siglo XX, la danza moderna cambió totalmente. Norteamericanos como Martha Graham, Ted Shawn y Ruth St Dennis la inventaron y, en el proceso, vinieron a México a buscar inspiración.
Mientras tanto en México, José Arcadio Limón, un bailarín nacido en Culiacán, salió de su país natal para hacer carrera en Nueva York y fundar su propia compañía de danza con la que alcanzó los más altos honores de este arte entre los años 20’s y 70’s, por lo que es considerado como uno de los precursores de la danza moderna.
Al igual que Limón, la veracruzana Guillermina Bravo es considerada una leyenda en la danza mundial y no cabe duda que ambos fueron participes para que las puertas de este maravilloso arte se abrieran a muchos jóvenes mexicanos con deseos de seguir sus pasos.
Los primeros pasos -de baile- del ‘Mex Appeal’
‘Atractivo Mexicano’, así es como calificaron en Londres la presencia del joven Isaac Hernández. Oriundo de Guadalajara, donde nació en 1990, su historia tiene todas las aristas del esfuerzo y el orgullo nacional. Su papá, quien también fue bailarín, lo inició en esta pasión.
En Londres la prensa lo trata con superlativos: ‘perfecto técnicamente’, ‘totalmente carismático’, logrando abrir la puerta a los bailarines latinoamericanos que han entrado después de él. Isaac es el primer mexicano que logró en secuencia los honores más grandes. Ha bailado con el ‘San Francisco Ballet’, el Ballet Nacional de Holanda; ha ganado premios en La Habana, en Moscú y ha sido bailarín invitado en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo. No conforme con todos sus logros, creó una iniciativa para que los talentos nacionales tengan becas para el English National Ballet en el verano del 2019.
La plataforma del festival ‘Despertares Impulsa’
Es como el DMX32 para los talentosos en la danza; en donde se busca estimular a las industrias creativas en México. Bailarines, maestros y creativos ofrecen talleres, conferencias, clases maestras y audiciones que, junto con el programa de becas de Isaac, una gala en el Palacio de Bellas Artes, presentaciones en el Auditorio Nacional y un evento anual, se pretende generar los recursos necesarios para apoyar a jóvenes impulsado por su pasión.
Cuando era -aún más- joven, entre los 12 y 13 años, ya estaba presente en la Industria, ganando en las grandes competencias. Ese impulso le hizo desear ser el mejor en su campo y, para ello, el único camino era irse a Londres. Poco tiempo después, a los 14 años, conoció a la directora del English National Ballet, la española Tamara Rojo, día en el que se propuso bailar un estelar con ella algún día.
Identificar qué queremos y encontrar el camino suena fácil, pero hace falta andar sobre él y perseverar para llegar a la meta. Este año, cuando Isaac ganó el Benois de la Danse -el premio más importante en el mundo de la danza-, su nombre apareció por todos lados y aunque pareciera que se trató de éxito de la noche a la mañana, lo cierto es que le tomó muchos años llegar hasta donde se encuentra ahora. Isaac comenzó como un niño de Guadalajara que ensayaba mañana, tarde y noche, hasta que pudo bailar al ritmo de sus sueños y convertirse a su corta edad (28 años) en una leyenda mexicana.