Damos un repaso por los puntos clave en los diseños del Emporio construido por Giorgio Armani.
Por: Kathia García
Todos los grandes artistas de la historia se han caracterizado por construir legados identificables, característicos y atemporales. En la historia del arte puede ser muy sencillo identificar un cuadro de Da Vinci, Van Gogh e incluso un Picasso, lo mismo sucede en el cine, en el teatro, en la música y en diversos ámbitos.
Cada creador imprime algo característico e irrepetible en su propia obra, es prácticamente imposible no hacerlo. En el mundo del high fashion sucede lo mismo con cada diseñadora y diseñador que han creado prendas memorables. Las telas, la paleta de colores, las texturas, los volúmenes, las formas y los cortes se mezclan de tan diversas maneras en las que los límites, son el cielo para cada uno de los artistas del Couture.
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La estética de Armani.
En la actualidad el Emporio Armani se extiende más allá del diseño de moda sin embargo los elementos más particulares de su estilo son identificables en la ropa, por lo que nos centraremos en ello.
Uno de los primeros elementos que se pueden identificar como únicos su continua innovación en los cortes y sus formas. Este aspecto es notable en sus colecciones de la pasarela de Milán de la Fashion Week del 2013 para hombres o la colección Rhapsody in blue del 2019.
Por otro lado, Armani es un claro entusiasta de explotar las texturas en las telas. Una y otra vez es posible ver la maestría con la que juega con combinaciones de colores y texturas para crear toda una declaración en conjunto, incluso, en los detalles. Por ejemplo, el desfile de Armani Privé en Enero de 2018, la colección primavera-verano de 2020 y primavera-verano 2016, sólo por mencionar algunos ejemplos.
Por otro lado, la libertad en los volúmenes, es decir, si él ve al cuerpo humano como su lienzo, Armani no se limita a los márgenes o límites de éste. Es posible notar que este recurso es una constante en sus diseños, ya sea añadiendo tamaño en los pliegues de las faldas de vestidos o en las caídas de los sacos, crea la ilusión de prendas oversized pero que a la vez se sienten ligeras porque el tipo de telas que usa.
Por último, la elegancia. Algo sumamente reconocible en la obra de Armani es la constante redefinición y renovación de la idea de elegante. La habilidad de ser original sin perder la brújula de lo clásico es inconfundible. Entre los convencionalismos más antiguos, podría considerarse que una prenda que parece ser de mayor talla que la persona es lo opuesto a buen gusto, pero Giorgio ha demostrado en incontables ocasiones que eso, no es una regla.
Como este ejemplo, es posible ver otros detalles en los que él rompe con los estigmas clásicos lanzando un posicionamiento claro sobre la caducidad de ideas que se tenían como verdades absolutas.