Las pasarelas más top de la industria han visto desfilar, en decenas de ocasiones, a Miranda Kerr y Gigi Hadid, dos de las modelos más reconocidas en la actualidad.
Por: Kathia García
La relevancia de lo que sucede en el mundo de la moda es perceptible en el día a día, no sólo de la industria misma, sino también fuera de ella. Es innegable el hecho de que las tendencias implementadas por los grandes diseñadores han influenciado la forma en la que definimos un look memorable y uno catastrófico. Pero ¿sólo la moda tiene efecto en las sociedades y no viceversa?
Quizá esa pregunta les recuerde el mismo tono que tiene la clásica de ¿qué fue primero, el huevo o la gallina? y si, es en un sentido parecido. Es muy probable que identifiques a la moda como algo autónomo, que tiene un impacto directo sobre nosotros sin embargo, no es así. Tómate un par de minutos para saber por qué.
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La industria de la moda ha construido un legado lleno de momentos icónicos en la cultura pop y en la memoria de muchas generaciones, a través de las fronteras. Desde los históricos diseños para vestidos de Chanel, hasta las polémicas campañas publicitarias de Benetton, la moda y la sociedad se han retroalimentado y empujado una a otra para cambiar, adaptarse, crear nuevos movimientos.
Supermodel VS Instamodel: la transición.
La actualidad en la que vivimos es el momento mismo de un profundo cambio en la industria, no sólo respecto a la búsqueda de nuevas fuentes de inspiración y producción sino también de exhibición para lucir las creaciones de las grandes firmas.
Las protagonistas de las pasarelas son parte de la historia y su evolución a lo largo del tiempo, de la misma forma que representan un reflejo sobre los paradigmas de belleza, arte y bienestar, son referentes de las nuevas dinámicas económicas y de negocios hacia los que se está migrando, gracias a la incorporación de las Redes Sociales.
Previo a internet y concretamente, Twitter, Instagram y Facebook, las super modelos aparecían como la imagen de determinada marca, formaba parte de pasarelas y campañas publicitarias, es decir, su capacidad de audiencia estaba limitada por los espacios en los que podían aparecer y ellas dependían de quienes las contrataban. El control que ellas mismas tenían sobre la capitalización de su imagen, era supeditado.
En la era post-RRSS, eso es diferente. Plataformas como instagram (red social que tiene como eje fundamental la imagen) ha abierto un mundo de posibilidades para las súper modelos. Ahora, ellas mismas tienen la oportunidad de crear su propio nicho de audiencia, a través de contenido propio que pueden crear, administrar y editar. Con un smartphone tienen la oportunidad de crear un canal abierto y directo de comunicación con un público que tiene el potencial de convertirse en un seguidor, literalmente.
Con la nueva forma de hacer negocios, gracias a las RRSS, las firmas de diseño y publicidad han optado por poner sus mayores apuestas en modelos que tienen mayor poder de convocatoria y grandes números en sus listas de seguidores. La fórmula es simple: a mayor cantidad de audiencia, mayores probabilidades de venta/ganancias.
Miranda Kerr: la cualidad de la adaptación.
Una supermodelo con una trayectoria luminosa e impresionante, que comenzó desde 1997 (misma que no ha parado de brillar) y que ha sido portada de revistas como ELLE, Vogue, Cosmopolitan, ha visto y vivido este gran cambio en el mundo de la moda. Sin reticencias, a diferencia de otras personalidades, Miranda ha tenido la pericia de reconocer las ventajas de las nueva dinámicas.
A través de su cuenta de instagram impulsa su propia marca de skincare así como su línea de muebles para hogar. Con poco más de 12 millones de seguidores casi 3 mil publicaciones, Miranda ha adoptado, comprendido y dominado el uso de las RRSS a su favor haciendo crecer sus negocios pero también el interés de sus seguidores, por su participación en las pasarelas de Moschino para la temporada de otoño-invierno 2021/2022.
Gigi Hadid: icono de las instamodels.
Con 25 años de edad, Gigi ya ha desfilado para firmas como Prada y Fendi, ha sido imagen para más de una treintena de portadas de la revista Vogue y ha participado para campañas de Miu Miu y Tom Ford, sólo por mencionar algunos ejemplos.
Lo particular del caso de Gigi Hadid es que ella representa ésta generación del cambio, de ese que ha causado mucha incomodidad y álgidos debates sobre el mérito o el derecho del poseer el título de supermodelo. ¿La razón? la intervención de las Redes Sociales. Como ya se mencionaba, el modelo de negocios publicitario y la industria de la moda están virando hacia la rentabilidad que ofrece trabajar con modelos que ya tienen cierta amplitud de público.
Hasta ahora, ella tiene 65 millones de seguidores (y contando) así como poco más de 3 mil publicaciones, lo que se traduce a estadísticas atractivas para las marcas que buscan oportunidades para crecer sus propios nichos y sus alcances. Es necesario destacar que esta nueva generación que tiene mayores opciones para producir su propio contenido y branding no ha dejado en el olvido el aspecto clásico del modelaje.
El año pasado desfiló en la pasarela de despedida de la Alta Costura de Jean Paul Gaultier, protagonizó las campañas publicitarias de Moschino y Max Mara y este año, la portada de Vogue portando un vestido Prada.