Diana de Gales fue, es y seguirá siendo uno de los referentes en la industria de la moda más reconocidos en todo el mundo.
Por: Kathia García
Diana Frances Spencer, mejor conocida como Diana de Gales o Lady Di, como popularmente se le ha identificado, habitó este mundo de 1961 a 1997. Ella, su historia, las personas que la rodearon y quienes le sobreviven, son referentes de la cultura general en la actualidad.
En un entorno tan globalizado como el nuestro, la historia de Diana se ha permeado hasta nuestros días de manera constante, de forma que ella y su legado mantienen vigentes. Ya sea su complicado paso por la realeza británica, su trágica y conspiranoica muerte o sus polémicas entrevistas, Lady Di es un tema transversal a los diversos intereses y generaciones.
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Más allá de lo escandaloso, uno de los aspectos más notables fue su impecable estilo para vestir. De hecho, es posible afirmar que se ha convertido en un ícono histórico de la moda. Durante todos los años en que fue objetivo de las cámaras, supo destacar su imagen y convertirlo en uno de sus múltiples distintivos.
Los tips atemporales.
Sin miedo al colorido. En múltiples ocasiones Diana de Gales lució atuendos con colores llamativos en combinaciones atrevidas, como vestidos rojo carmín con lunares negros, vestidos color azul celeste entallados con cinturones plateados, vestidos amarillos satinados de caida larga...en fin. La clave en sus looks fue la complementación de los colores y el uso estratégico de los accesorios.
Si, por ejemplo, el vestido era de un color primario como el azul, usaba un sombrero con detalles en negro, bolso y botones negros.
Pelo corto, no monótono. Esta es una de las constantes a lo largo de la vida pública de Diana. Normalmente tendemos a pensar que el pelo corto para las mujeres puede ser aburrido, sin estilo e incluso, lo opuesto a femenino. Sin embargo, ahora sería complicado imaginarnos a una Lady Di con un estilo largo y de hecho, sería difícil separar esta característica de su imagen.
Todo es cuestión de jugar con contrastes de tono y color, con las texturas, la longitud, las posibilidades de las herramientas para estilizar y el uso de algunos accesorios. Si no hallas creatividad, no dudes en inspirarte en su estilo.
La versatilidad de un vestido. Muchas veces se ve a los vestidos como una prenda estigmatizada, acartonada e impráctica pero, todo depende del estilo. Una enorme cantidad de diseñadores de high couture han reinventado y propuesto nuevas formas y cualidades para esta prenda clásica y por supuesto, Diana tiene un amplio repertorio de looks en los que usa vestidos de diversas variedades: desde un clásico vestido completo, cerrado de cuello a rodillas, muy discreto, hasta un impactante vestido negro, con hombros descubiertos, entallado y arriba de las rodillas de Christina Stambolian.
