Recordamos los increíbles looks con los que Meryl Streep recibió sus tres Premios Oscar.
Por: Kathia García
Meryl Streep, la legendaria, inspiradora, camaleónica y notable actriz, que tiene nada menos que tres Premios Oscar en su haber y al menos una veintena de nominaciones al mismo, ha inmortalizado personajes con los que nos hemos identificado y conectado.
Podríamos destacar, una a una, todas las cualidades que tiene para interpretar sus papeles porque su expertise para la actuación no es la única característica destacable. Su biografía, el cómo comenzó su carrera, tanto en el teatro como en la gran pantalla, su posicionamiento político y social, su sentido del humor, y un largo etc. Pero por hoy, nos concentraremos en algunos de sus icónicos looks en ceremonias de los Oscar.
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Kramer VS. Kramer.
Era el año 1980; la entrega no. 52 de los premios de la Academia. Meryl estaba nominada en la categoría de Mejor Actriz de Reparto por su papel de Joanna (la madre y esposa del matrimonio Kramer).
No era la primera vez que asistía a la ceremonia con una nominación de por medio, sin embargo el outfit de esa noche, era digno de recordarse por siempre. Un vestido de dos piezas en color blanco aperlado, de corsé entallado a la cintura con un saco de manga larga e incrustaciones de joyería.
Sencillo, ad hoc a la ocasión, acorde a su figura y tono de piel, al estilo que usó para el arreglo del pelo y maquillaje. Impecable por decir lo menos.
Sophie´s Choice
La segunda ocasión que Meryl alcanzaba la gloria de la actuación para la pantalla grande, fue en la categoría de Mejor Actriz. En esta ocasión, el atuendo que eligió consistió en un vestido de tela ligera, color dorado, largo hasta el piso, con incrustaciones de lentejuelas. Una creación del diseñador Christian Leigh.
Con el pelo recogido, un maquillaje sobrio y sencillo, sin más accesorios. Simple, sencillo y acertado. Características distintivas de la imagen de Meryl hasta la actualidad.
The Iron Lady
Un sinnúmero de nominaciones después, Meryl lo volvía a hacer. En 2012 ganó su tercer Oscar en la categoría de Mejor Actriz por su papel protagónico en la película que se basa en la biografía de Margaret Thatcher.
Esa noche lució un vestido dorado de Lanvin. Largo, con un escote pronunciado en v, mangas con los hombros abombados y entalladas hacía las muñecas, un discreto cinturón, aretes largos y pelo recogido. La misma fórmula del éxito: simple, sencillo y memorable.
